La amortización de préstamos se suele realizar a través de las cuotas mensuales fijadas por la entidad financiera en función del capital prestado y del tipo de interés aplicado a la operación, aunque también se pueden realizar amortizaciones anticipadas de diverso tipo.
1. Amortización de préstamos en capital: Se trata de aplicar el dinero que se amortiza en la reducción del valor total de la deuda que se mantiene con la entidad financiera. De forma que si se debían 100.000 euros, por ejemplo, y se amortizan 30.000, se pasarían a deber tan sólo 70.000 euros, con lo que la cuota mensual se reduciría de manera importante.
2. Amortización de préstamos en plazo: En este caso se aplica el dinero amortizado en la reducción de plazo, es decir, si el préstamo tenía un plazo de amortización de, por ejemplo, 10 años, y se amortiza un dinero que permite reducir el plazo en tres meses, el nuevo plazo sería de 9 años y siete meses. En este caso la cuota mensual no se reduce, incluso pudiendo llegar a incrementarse, pero el ahorro de intereses pagados es importante. Ello se debe a que los intereses que se pagan mes a mes se calculan en función de, entre otras variables, el plazo de amortización.
Por otro lado, a la hora de calcular la amortización de préstamos es importante prestar atención a la fiscalidad de la operación. Es decir, no es fiscalmente neutro el amortizar el 31 de diciembre de un año o el 1 de enero del siguiente. Con la primera opción se obtiene ventaja fiscal inmediata, con la siguiente declaración de IRPF, mientras que en el segundo caso hay que aguardar hasta el año siguiente.
Sin embargo, la ventaja fiscal que suponía la amortización de préstamos hipotecarios ha desaparecido ya para las nuevas hipotecas, aunque, eso sí, todavía se pueden beneficiar de ella las hipotecas previamente formalizadas, así como las novaciones en las que los titulares no superen los 24.000 euros de renta.
En definitiva, siempre es importante prestar atención a la amortización de préstamos, e intentar proceder a ella lo antes posible, para ahorrarse así, una gran cantidad de intereses que se pagan en cada cuota mensual.
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