Antes de plantearse la solicitud de un préstamo a una entidad bancaria hay que realizar un análisis exhaustivo de los ingresos de la unidad familiar y de la capacidad de pago de la que se dispone, para poder valorar así la cantidad que se necesita y la cantidad que se puede destinar de manera mensual al pago del préstamo.
1# Análisis de la situación personal
Es muy importante que se haga este análisis de la manera más rigurosa posible y situándose en la peor de las situaciones, ya que es la única manera de tener garantizada la devolución del préstamo sin que suponga un grave perjuicio para las finanzas familiares.
2# Comparación de entidades financieras
Una vez que se ha decidido que se necesita un préstamo y se ha analizado la capacidad de devolución de la unidad familiar hay que realizar una comparación de las ofertas que realizan al respecto diferentes entidades financieras. Es muy importante no quedarse con la primera oferta, sino que hay que evaluar la oferta de diferentes entidades.
En este sentido, hay que valorar el tipo de interés que el banco o caja cargará sobre el capital prestado (importante comprobar el TAE y no el TIN), los gastos, los productos asociados, el plazo de amortización, así como otra serie de ventajas añadidas que pueden ofrecer unas entidades en comparación con otras.
3# Información sobre gastos y comisiones
Las comisiones y los gastos son cuestiones esenciales a la hora de valorar la calidad de un préstamo, ya que pueden incrementar el precio del mismo de manera importante sin apenas darnos cuenta. En este sentido, hay que calibrar las comisiones de estudio, las de apertura, las de amortización (parcial o total) y cualquier otra que la entidad quiera añadir al préstamo.
En cuanto a los gastos, aunque en principio deberían de ser similares para todas las entidades es conveniente que aparezcan por escrito, de forma que conozcamos perfectamente los gastos por notaría, registro,…
4# Productos asociados
Las entidades financieras intentan aprovechar los préstamos que conceden para realizar una venta cruzada, es decir, añadir otros productos financieros tratando de asociarlos al préstamo, de manera que el cliente no les presta la atención adecuada y acaba firmándolos sin conocer con exactitud la dimensión de los mismos.
Por ello, antes de firmar cualquier tipo de préstamo, independientemente del que se trate, es necesario informarse sobre los productos asociados que la entidad financiera quiere añadir al mismo, ya que pueden acabar por hipotecar nuestras finanzas en el largo plazo, más allá incluso de la vida del préstamo que estamos firmando.
En estos momentos de incertidumbre financiera es muy importante cuidar este detalle, prestando especial atención a los seguros de desempleo y de vida, leyendo la letra pequeña con sumo cuidado para evitar sorpresas de última hora cuando se necesite cobrar el seguro.
5# Cuadro de amortización
En cualquier caso, y siempre antes de firmar un préstamo de manera definitiva, la entidad financiera debería de presentar un cuadro de amortización a su cliente, de manera que éste pueda comprobar por escrito las cantidades que tendrá que abonar mensualmente.
De esta manera no hay sorpresas de última hora, y el cliente siempre sabe lo que tendrá que pagar con lo que podrá valorar su capacidad de pago y decidir si ésta se puede ajustar a las cantidades que se le ofrecen en el cuadro de amortización
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