Esta pasada semana la policía detuvo a un ciudadano de 37 años, con domicilio en La Coruña, por una estafa con préstamos personales rápidos que realizaba a través de anuncios en prensa a lo ancho de la geografía española, con lo que las víctimas no son sólo de Galicia, sino de toda España.
El estafador colocaba un anuncio que decía lo siguiente: «24 horas, préstamos personales, sólo nóminas, ASNEF, Refinanciaciones, Hipotecas, Solucionamos todo, 685 508 494». Después, cuando la víctima contactaba con él, le solicitaba el ingreso en cuenta de 160 euros para cubrir un seguro, a la vez que le prometía el préstamo personal de hasta 3.000 euros al día siguiente.
La cuenta bancaria que daba este estafador de préstamos personales rápidos era la de su hijo, de tan sólo 9 años, y en cuanto comprobaba que el dinero había sido ingresado, lo retiraba inmediatamente para evitar sospechas y para que la víctima no pudiera reclamar ningún pago.
A continuación, el estafador desconectaba el teléfono y la víctima no podía contactar nunca más con él, con lo que perdía los 160 euros que había ingresado y no recibía nunca los 3.000 euros prometidos por teléfono, con lo que la estafa ya estaba servida.
El estafador llegaba a ofrecer, según fuentes policiales, préstamos rápidos de hasta 40.000 euros a las víctimas, subiendo, en ese caso, el seguro a pagar, con lo que se incrementaba su ganancia de manera exponencial. Estas mismas fuentes han informado de que las investigaciones se iniciaron gracias a las denuncias de algunos ciudadanos afectados.
Este hecho de estafa con préstamos personales rápidos pone de manifiesto la picaresca que la crisis económica ha traído consigo, así como la extrema necesidad financiera de ciertos ciudadanos que se ven en la obligación de tener que recurrir a medidas extremas, como confiar en un anuncio en prensa, sin más garantía, para obtener liquidez inmediata.
Las asociaciones de consumidores se han apresurado a recomendar a todos los ciudadanos el no fiarse de este tipo de anuncios y el exigir siempre que las empresas se identifiquen como registradas en los organismos de supervisión y control de las entidades financieras y de crédito de este país.
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