Según el índice que elabora el Instituto de Crédito Oficial de manera mensual, la confianza del consumidor en el pasado mes de noviembre ha mejorado, colocándose en los 70 puntos, lo que supone 2.8 puntos con respecto al mes anterior y da buenas muestras de que parece que el ciudadano va tomando una mejor percepción de la realidad económica.
El índice que mide la confianza del consumidor es de gran importancia teniendo en cuenta que el modelo económico, ya no sólo de España, sino de todos los países desarrollados, se basa en la economía de consumo. Es el consumo el que dinamiza la economía, y el consumo se produce cuando el consumidor está confiado.
Una confianza que hace entrar en juego las expectativas. Cuando hay expectativas de inestabilidad económica el consumidor prefiere guardarse el dinero para conseguir sobrevivir cuando vengan los tiempos difíciles, mientras que si hay expectativas de estabilidad económica, existe una buena confianza del consumidor, éste no piensa en el futuro y consume sin problemas porque sabe que el mañana está asegurado.
Este incremento de la confianza del consumidor en el mes de noviembre es realmente significativo si tenemos en cuenta que llevaba dos meses de descensos y provoca cierto optimismo ante el final de año y comienzo del 2011, cuando deberíamos de comenzar la recuperación económica.
Aún así, el indicador de la confianza del consumidor medido en tasa interanual sigue arrojando datos negativos, concretamente, el 5.3 puntos con el mismo dato de noviembre de 2009, lo que nos muestra que sigue habiendo un gran abanico de mejora y que la crisis sigue afectando a la sociedad.
Este descenso se muestra claramente por el mantenimiento de la situación de desempleo, de forma que los trabajadores que hace un año se acababan de quedar sin trabajo ahora ya llevan un año sin él, y la confianza que tenían entonces se ha venido erosionando durante un año entero.
También afecta, sin duda, la avalancha de noticias económicas negativas que pueblan los telediarios nacionales que afectan, de manera importante, a la confianza del consumidor que no puede más que echarse a temblar ante la perspectiva que le dicen que se le avecina.
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