Uno de los principales acelerantes de la crisis financiera y económica, y una de las razones por la que está costando tanto la recuperación definitiva reside en la deuda de las familias, en el sobreendeudamiento privado potenciado por las entidades financieras y admitido por las propias familias.
Y es que durante los años previos a la crisis la deuda de las familias se disparó a niveles insostenibles gracias a los bajos tipos de interés y a que los bancos no dudaban en conceder hipotecas por encima del valor de tasación, sin mayores garantías de pago.
Ahora, la deuda de las familias pesa como una losa, y noticias como la que hemos conocido esta semana de que esta deuda cayó durante el pasado mes de enero en un 0.7%, con respecto a enero de 2010, y según datos del Banco de España, no hacen más que alegrarnos y confiar en una posible recuperación cercana.
Porque el primer paso para que la economía se recupere a nivel general, es que se pueda recuperar a nivel particular, y para ello la deuda de las familias se tiene que reducir de manera drástica, porque en otro caso el apalancamiento financiero privado impedirá tomar decisiones económicas eficientes.
Sin embargo, habrá que confiar en que esta deuda privada no acaba convirtiéndose en deuda pública a través de la garantía del Estado de los depósitos privados y de las deudas del sector financiero, una medida que sería totalmente contraproducente, ya que convertiría un problema privado en un problema general.
Ese error ya lo cometió Irlanda, y las consecuencias del mismo son de sobra conocidos, ocasionando una debacle de la que todavía no se han recuperado y de la que parece que tardarán un tiempo en recuperarse, debido al empeño del Gobierno en proteger al sector financiero.
Pero el descenso de la deuda privada de las familias no sólo se mide en términos anuales, sino que comparado con el mes de diciembre de 2010, el descenso es del 0.3%, a lo que estará ayudando, sin duda, la congelación en la concesión de hipotecas a las familias y de préstamos a las PYMES y autónomos.
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