Según los datos que acaba de publicar el Banco de España, referentes a este pasado mes de febrero, la tasa de morosidad en España ascendió hasta el 6,19%, lo que supone un incremento del 14% con respecto al mismo valor de febrero de 2010, y de trece décimas con respecto a los datos del mes de enero de este mismo año.
Con este incremento, la tasa de morosidad suma cinco meses consecutivos de crecimiento, y se sitúa ya en los 112.458 millones de euros, generando un evidente estado de incertidumbre en el mercado financiero español y un estado de alerta en los inversores internacionales.
Esta elevada tasa de morosidad provoca una consecuencia inmediata, como es la reducción de la concesión de créditos, que el Banco de España certifica con un volumen total de 816 millones de euros, la cantidad más baja desde enero de 2010.
Como viene siendo habitual en los últimos meses, el sector peor parado por la tasa de morosidad es el sector bancario, que acumuló un 6,35% de tasa de morosidad, aunque fuentes del sector argumentan que el incremento se debe más a la reducción del volumen total de créditos que al incremento de la mora.
Las Cajas de Ahorros, por su parte, se quedaron en el 6,06%, casi 0,2 puntos porcentuales por encima de la tasa reflejada durante el mes de enero de este mismo año. Destaca el hecho de que la morosidad de las Cajas queda por debajo de la de los bancos, al contrario de lo que viene siendo habitual.
Esta situación se explica desde la perspectiva de reconversión de las Cajas en bancos, lo cuál está derivando la morosidad hacia el sector bancario, alejándolo del sector de las Cajas de Ahorros, por lo que son datos que deben de ser, por tanto, relativizados.
Por último, y una vez más, las cooperativas de crédito son las que mejor se comportaron desde el punto de vista de la morosidad, con una tasa del 5,07%, mientras que los peor parados fueron, una vez más, los intermediarios financieros que alcanzaron el 10% de tasa de morosidad.
Los principales damnificados de estos resultados son los ciudadanos, consumidores y PYMES, que verán recortados, aún más, los créditos que reciben de las entidades financieras.
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