La cuesta de septiembre poco o nada tiene que envidiar a la cuesta de enero, ya que ambas vienen tras un período vacacional fuerte, con la desventaja para la segunda de las navidades previas, y para la primera de los gastos posteriores, porque si en enero se viene de gastar en exceso en regalos, en septiembre comienza toda una campaña de pagos que parece no tener fin.
El inicio del colegio, los pagos de los recibos que se abonan trimestralmente, los gastos del día a día, etc. , el caso es que al llegar septiembre se acumulan los pagos cuando el dinero escasea, ya que durante las vacaciones quien más quien menos se ha dado algún capricho de más.
Ello provoca la tentación en las familias de recurrir a la financiación a través de préstamos personales que puedan ayudar a llegar a final de mes de una manera más desahogada, una tentación muy peligrosa por los gastos que se generan en intereses, gastos que muchas veces no son tenidos en cuenta y que en los últimos meses se han venido disparando.
Y es que según el Banco de España, el tipo de interés aplicado por las entidades financieras para los préstamos personales ha superado el 9%, un valor que no se veía desde el 2008, cuando comenzó una caída en picado hasta cifras que rozaron el 7%. Sin embargo, ha sido empezar el año 2011 y dispararse el tipo de interés de los préstamos personales.
Por ello, las asociaciones de consumidores alertan a los ciudadanos de las dificultades que puede acarrear tener que arrastrar el pago de unos gastos financieros durante largo tiempo, por lo que es más conveniente intentar sobrellevar los gastos sin incurrir en estos productos de financiación.
Una financiación en la que todos incurrimos durante los años previos al estallido de la burbuja inmobiliaria, años en los que todos quisimos vivir por encima de nuestras posibilidades y utilizamos los préstamos personales como nuestra fuente de riqueza, sin reparar que estos créditos había que devolverlos en algún momento, y que no siempre íbamos a estar viviendo en un período de bonanza como en el que estábamos.
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