En términos interanuales, y según los datos del Banco de España, los préstamos a particulares concedidos por las entidades financieras en nuestro país cayeron un punto porcentual en este pasado mes de mayo para situarse en los 885.428 millones de euros y acumulando así el sexto mes consecutivo de tendencia a la baja.
En el mismo sentido que los préstamos a los particulares, la financiación a las empresas también sufrió un retroceso que, aunque menor, sí es significativo por retrotraer la situación crediticia de las empresas y corporaciones nacionales a agosto de 2010.
Esta situación ofrece una vertiente positiva y otra negativa, que deben de ser analizadas para ofrecer una foto fija adecuada de la situación a la que nos estamos enfrentando en estos momentos dentro de la economía española y realizar previsiones para el corto-medio plazo.
Por un lado, el hecho de que los préstamos a particulares y a empresas se hayan reducido es una buena noticia, porque reduce el endeudamiento privado, causa fundamental de la situación tan dramática que estamos viviendo en estos momentos a todos los niveles.
Pero, por otro lado, el crédito es fundamental para que la economía pueda iniciar su recuperación definitiva y hasta que no se abra el grifo no se podrá dinamizar la economía a todos los niveles, desde el punto de vista de la inversión y del gran consumo.
En este mismo sentido, el saldo del préstamo hipotecario también se ha estancado con una reducción importante, que se suma a la ya experimentada por el sector en los últimos años, y que desde fuentes del sector justifican desde el punto de vista de la modificación de las condiciones fiscales de las hipotecas del año 2010, como fueron el incremento del IVA y la eliminación de la universalidad de la desgravación fiscal por compra de vivienda.
En definitiva, nos encontramos con una situación todavía complicada ya que la concesión de préstamos es fundamental para la recuperación del dinamismo necesario para que la economía resurja de una manera definitiva, y, de momento no se llega a ver la luz en un futuro cercano, sobre todo si nos atenemos a los datos de morosidad de mayo que conocimos esta misma semana.
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