Así se despachó a gusto la Ministra de Economía, Elena Salgado, en el foro Cinco Días a finales de la pasada semana, sin cortarse ni un pelo, y culpando a los bancos y cajas de que no estén concediendo créditos ni préstamos a los particulares y a las PYMES.
Según Salgado en la economía de nuestro país ya se están dando todos los requisitos necesarios para pensar que nos encontramos en la senda de la recuperación económica, por lo que los bancos y cajas no tienen ninguna excusa real para mantener cerrado el grifo de los créditos.
Ni siquiera el tan temido estancamiento financiero de los bancos y cajas, que tanto está afectando a las entidades europeas, parece ser un problema a nivel español, ya que, y en palabras de la Ministra, las entidades españolas son las que menos están recurriendo a las ayudas públicas para paliar sus cuentas.
Sin embargo, estas palabras parecen ir en contra de lo que está sucediendo en el día a día, en contra de lo que sucede en la calle, donde se constata que las entidades siguen manteniendo congelado el crédito y que no abren líneas de financiación a no ser que todo está realmente claro.
Los grandes afectados de esta situación son los autónomos y las PYMES que al no poder acceder al crédito quedan estrangulados financieramente y terminan por tener que cerrar sus negocios, sin otra alternativa plausible que poder poner en marcha en un momento determinado.
En este sentido, Salgado anunció que propondrá al Banco de España el desglosar los datos estadísticos sobre créditos y préstamos entre autónomos, PYMES y grandes empresas, para poder determinar si es realmente necesaria una actuación pública en este sentido.
Está claro que con el sistema económico como lo tenemos montado en nuestros países occidentales, en los que todo depende de la buena salud del sector financiero, el crédito debe de fluir de manera constante y natural para que la economía se pueda recuperar de manera adecuada y sin retrocesos posteriores.
Ahora habrá que valorar si las palabras de Salgado son solamente palabras o si tienen algún sentido real que podamos notar a nivel de calle.
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