A medida que la tasa de desempleo en España sigue creciendo, ya cerca de los cinco millones de personas en paro, han comenzado a proliferar los seguros de desempleo como la opción más plausible ante la eventualidad de una situación sin un puesto de trabajo, con lo que se han popularizado para todos los productos financieros en general, y los préstamos personales en particular.
Los seguros de desempleo en los préstamos personales no son más que seguros al uso que cubren la situación de desempleo del titular, o titulares, del préstamo. De forma que el prestatario paga unas cuotas periódicas, como con cualquier seguro, y en caso de que se produzca el desempleo, es el seguro el que pagaría la cuota del préstamo.
Evidentemente, los seguros de desempleo en los préstamos personales no pueden ser contratados por cualquier persona, sino que las aseguradores, para cubrirse ante posibles fraudes, exigen un mínimo de años cotizados a la Seguridad Social y haber sido despedido de la empresa en la que se trabajaba, es decir, no es válido el marcharse de un trabajo en concreto.
Con estos seguros de desempleo en los préstamos personales, el prestatario tiene cierta tranquilidad de que podrá seguir abonando sus cuotas mensuales del préstamo, aún cuando se quede sin ingresos fijos salariales, lo cuál, en principio, debería de garantizar cierta estabilidad en la demanda de préstamos.
Lo cierto, sin embargo, es que esta demanda no se está recuperando, porque a pesar de los seguros de desempleo en los préstamos personales, la ciudadanía todavía está demasiado temerosa del futuro y ya no tanto de la eventualidad de un despido, sino más, de la imposibilidad de volver a reincorporarse al mercado laboral.
Por otro lado, algunas aseguradoras están ampliando las coberturas de estos seguros de desempleo en los préstamos personales, cubriendo, también, el pago de la cuota del seguro, y ampliando, a su vez, este modelo de seguro a todo tipo de operaciones financieras.
No hay que olvidar, por último, que este seguro de desempleo, como seguro que es, encarecerá el préstamo personal en el valor que suponga el pago de su cuota periódica, la cual dependerá, como no podía ser de otra manera, del valor del capital tomado.
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