El préstamo de capital privado está apareciendo como una alternativa a la sequía permanente del crédito por parte de las entidades financieras, lo cuál obliga a realizar un pequeño análisis de lo que es el préstamo de capital privado exactamente, y que peligros puede conllevar.
Un préstamo de capital privado no es más que el préstamo que un particular realiza a otro particular, fuera del ámbito familiar. Ello conlleva que los tipos de interés aplicados sobre este tipo de préstamos sean mucho más elevados que los que se manejan en los concedidos por las entidades financieras tradicionales, o en los que ejecutados por familiares.
Los contratos pueden ser muy diversos, ya que varían en función de las condiciones acordadas por las partes, y tras un proceso se negociación los préstamos de capital privado se firman ante notario, para que consten como oficiales y el prestamista pueda reclamar el pago de la deuda.
Normalmente se suele exigir un aval que determina, en última instancia, el tipo de interés aplicado al préstamo de capital privado, de forma que si el bien que sirve como garantía del préstamo tiene un importante valor de mercado el tipo de interés será menor, y al revés en el caso de que el valor de mercado del bien garante es escaso.
La gran ventaja del préstamo de capital privado es que es casi inmediato, ya que no requiere ningún estudio financiero previo. Se fundamenta en el conocimiento entre las partes y en la confianza que se puedan tener, además de, por supuesto, en el aval que queda fijado a la firma del contrato.
Se trata, por tanto, de una fórmula complementaria al crédito tradicional de las entidades financieras que puede paliar el escaso flujo que se observa en estos momentos de crisis entre las entidades financieras y los particulares o las empresas, lo cuál está bloqueando la recuperación económica de una manera efectiva.
Los préstamos de capital privado son entonces una solución alternativa a la falta de crédito, pero con la contrapartida de que son contratados a un tipo de interés mucho más elevado del que se suele dar en los préstamos personales tradicionales.
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