En la mayoría de países los préstamos con garantía personal son algo bastante más serio que las hipotecas, ya que de no pagar tu deuda vas a tener que responder con todo tu patrimonio, eso incluye tanto los ingresos económicos de cualquier tipo como todos los bienes que tengas en el presente o que tendrás en el futuro. Aunque en un primer momento el préstamo con garantía personal no nos obliga a hipotecar ningún bien en concreto, si existen cláusulas donde se dice que el préstamo se ha concedido en función de la solvencia presentada y que si esta sufriese algún cambio habría de comunicarlo al Banco.
Este tipo de préstamos conlleva un nivel de riesgo mayor para la entidad financiera y por esta razón el tipo de interés suele ser bastante más elevado que en una hipoteca, para personas físicas los préstamos no suelen superar los 60.000 euros y el plazo de amortización puede ser inferior a los 10 años.
Préstamo con garantía personal de La Caixa: esta entidad se va a fijar en la solvencia presentada por el titular o los fiadores para dejarnos el dinero que necesitemos, está dirigido a empresas que necesiten activo para financiar inversiones.
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