El adjetivo rápido tras el concepto de préstamo personal conformando el concepto préstamos personales rápidos debería de hacernos replantearnos dos veces nuestra situación antes de decantarnos por contratar esta opción, debido a las grandes desventajas que nos puede acarrear.
Porque los préstamos personales rápidos penalizan su rapidez y agilidad con tipos de interés desorbitados, rozando la usura y con garantías y avales sin la transparencia necesaria en todo tipo de operación financiera, de cualquier índole y condición demandada por los ciudadanos.
Y es que la demanda de los ciudadanos es la única que justifica la existencia de los préstamos personales rápidos. Gracias a ellos, personas con problemas de historial de crédito pueden acceder a una liquidez con la que, de otra forma, no podrían ni tan siquiera soñar, aunque para ello tengan que pagar un tipo de interés fuera de la competitividad del mercado.
La multitud de empresas de intermediación financiera que han aparecido en el mercado ofreciendo estos préstamos personales rápidos no han ayudado precisamente a un mayor control sobre ellos, aunque a medida que la coyuntura económica ha ido empeorando estas empresas han ido desapareciendo.
De esta forma, la concesión de préstamos personales ha quedado prácticamente limitada a las entidades financieras habituales, como pueden ser bancos y cajas, que no acostumbran a conceder préstamos personales rápidos debido a que exigen siempre unos procesos administrativos necesarios para poder acceder a ellos.
Sin embargo, no se puede demonizar a los préstamos personales rápidos porque aparecen para cubrir una demanda de la sociedad, y es el ciudadano que lo contrata el que debe de tener la responsabilidad financiera adecuada para conocer sus posibilidades y si esta es la mejor opción para su bolsillo.
Porque este tipo de productos ayudan a resolver situaciones de escasez de liquidez de una manera adecuada, y para más de un ciudadano pueden resultar adecuados.
Como siempre nos encontramos con la falta de cultura financiera en nuestro país, que lleva a la ceguera ante la liquidez, sin pensar en los intereses que hay detrás de ese dinero líquido que se está recibiendo.
Necesito un prestamo de 9000 euros. Soy auxiliar de enfermeria. Trabajo en una residencia de ancianos. Mi sueldo del mes es de 1300 a 1400 euros. No tengo ninguna trampa. No tengo hipoteca porque la casa en donde vivo es heredada de mi abuelo. Soy legal. Lo necesito para pagar el coche que me tiene hasta el cuello. Lo necesito urgente. Porfavor darme respuesta inmediata. Gracias.