La Diputación de Burgos lleva ya cuatro años con su iniciativa «Créditos Sin», en los que facilita préstamos de diferente cuantía a sus ciudadanos sin cobrar ningún porcentaje de interés, es decir, el tomador del préstamo devuelve lo que recibe, en plazos trimestrales o semestrales.
El único condicionante es que el préstamo debe de ser utilizado para la creación de una empresa en una zona rural, concretamente en municipios con menos de 20.000 habitantes, con el objetivo de fijar a la población burgalesa en los ambientes rurales.
Según publicó el diario La Razón ayer martes, esta iniciativa de préstamos sin interesas ha propiciado ya la creación de hasta 724 nuevos empleos, y no suponen ninguna carga real para las arcas públicas, lejos de subvenciones a fondo perdido, ya que los préstamos que se otorgan en la iniciativa «Crédito Sin», son devueltos por los usuarios.
El plazo de devolución es de tres años, en cuotas que pueden ser trimestrales o semestrales, en función de la preferencia de los tomadores y de las circunstancias financieras de cada caso particular, aunque, en ningún caso suponen una carga importante para el prestatario.
Durante los cuatro años de vigencia del programa ya se han concedido hasta 5 millones de euros en préstamos a emprendedores que crearan nuevas empresas en núcleos rurales, y para esta nueva edición que se presentaba esta semana, se ofrecerán hasta 18.000 euros para cada solicitante.
Hay que reseñar la importancia de medidas de este tipo que ayudan a dinamizar la economía real, creando empleos directos, pero también empleos indirectos, ya que cada empresa nueva creada necesita proveedores de diversa índole que le permitan seguir con su actividad.
Ahora hay que esperar que habida cuenta del éxito de esta iniciativa, cunda el ejemplo, y otras Administraciones se decidan a hacer circular el crédito que tienen secuestrado las entidades financieras a través de préstamos a interés cero con el objetivo de la creación de nuevas empresas.
Porque en un tiempo en el que el empleo por cuenta ajena está de capa caída, el autoempleo puede y debe de ser la escapatoria para conseguir reducir, de alguna manera, las lacerantes cifras de desempleo de nuestro país.
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